El triángulo, la figura geométrica resultante de la unión de tres puntos por medio de tres líneas rectas, y más particularmente el triángulo equilátero o regular, cuyos tres lados y ángulos son iguales, ha sido siempre considerado como un símbolo de Perfección, Armonía y Sabiduría, y, por ende, de lo celestial y Divino.

El triángulo está íntimamente ligado con la cultura hiptser, representa el equilibrio, está ligado al significado de la vida, al esoterismo, al universo y al más allá. 
De repente los modernos (yo mismo incluido)del mundo se han visto atraídos de forma irremediable hacia los triángulos.Esta vulgar forma geométrica, ignorada durante años salvo por illuminati y masones, ahora es lo que más mola. Hay que dibujarla, poner posters de triángulos en tu habitación, tatuártela y rasurarte el vello púbico para que parezca un triángulo perfecto si hace falta, y nadie parece saber porqué. Por no hablar de los triángulos con fotos de galaxias dentro, que ya son auténticas bombas de placer estético, capaces de hacer sufrir un ataque de síndrome de Stendhal a cualquier hijo de vecino.
Creo que el tema de los triángulos es una moda inexplicable.